La alfombrilla del ratón es un elemento indispensable del equipo informático porque le sirve de apoyo y optimiza sus movimientos. Tanto es así que quienes necesitan mucha precisión y hacen un uso intensivo de este seleccionan de forma muy cuidadosa el que van a utilizar.
Por eso existe la alfombrilla gamers, o las que usan diseñadores gráficos, personas que se dedican a la edición de vídeo, etc. Pero además de dedicar un mínimo de tiempo a su selección para poder optimizar el trabajo del ratón, es necesario proporcionarle un mantenimiento adecuado, basado sobre todo en una buena limpieza.
Se trata de tener un mínimo de higiene para prevenir la presencia de bacterias o incluso de patógenos, pero también de alargar su vida útil funcionado a la perfección.
Limpieza según el tipo de alfombra
Para emplear el procedimiento de limpieza óptimo en el mousepad es necesario adecuarse al material en el que esté hecho.
El mercado ofrece una amplia variedad de ellos, y cada uno presenta sus peculiaridades y necesidades.
Alfombrilla rígida
Si el mouse pad sucio es rígido lo tienes fácil: basta con pasar un trapo húmedo y secarlo bien después. Es más, te va a llevar tan poco tiempo que puedes hacerlo a diario.
Es una de las ventajas que ofrece la alfombrilla del ratón rígida, como esta de Sourceton o la de Klim, bien valorada por muchos gamers. Además de ello, ofrecen mucha precisión y durabilidad.
Alfombrilla de tela
Las alfombrillas de tela están entre las más habituales porque son económicas y cómodas, ventajas que pesan más que el hecho de que presenten un deterioro más rápido que otros tipos o que se resistan más al desplazamiento.
La de Tecknet, por ejemplo, está entre las mejor valoradas, aunque la de AmazonBasics no le va a la zaga y es más económica. También puedes comprar alfombrillas gaming como la de SteelSeries con exclusiva de microtejido QcK.
La alfombrilla del ratón de tela sí requieren una limpieza a conciencia, pues en su superficie de microfibras se acumula el polvo, el sudor de las manos o todo aquello a lo que se exponga. También puedes encontrar alfombrillas de cuero.
Lo mejor es utilizar un spray para tapizados, como el que se usa para los sofás. Puede venir con un cepillo o bayeta especial con la que utilizarlo, pero sí no puedes usar uno que tengas por casa.
Por ejemplo, el limpiador de Motorrevive se puede comprar solo o con una bayeta ultragruesa. Deja secar bien antes de volver a usarla.
El proceso no tiene ninguna complicación, pero por si necesitas ver un ejemplo del proceder, te dejamos este vídeo de Youtube:
Alfombrilla de plástico
Lavar la alfombrilla de plástico también es sencillo, pero si no se trata de una pieza rígida se necesita un esfuerzo mayor.
Y es que las alfombrillas clásicas tienen un lado de plástico al que ve pegada la almohadilla de goma, y a esta se pueden adherir restos de la mesa y, por supuesto polvo.
Para lavar la almohadilla, deberías usar un jabón neutro y un cepillo o esponja. Vierte el jabón sobre la superficie, mójalo y refriega con el cepillo para que haga bastante espuma.
Debes emplear unos minutos en esta acción, aunque sin pasarte con la presión al refregar para no deteriorarla demasiado. Termina enjuagando bien y poniéndola a secar, aunque evita para esto último un radiador o similar: tiéndala al aire libre por unas horas si no llueve.
¿Y si la alfombrilla está muy sucia?
Si has sufrido algún contratiempo que ha terminado con una alfombrilla muy sucia, como el derrame de un refresco o el polvillo de la bolsa de aperitivos de maíz, la pregunta que rondará tu cabeza es: ¿se puede meter una alfombrilla de ratón en la lavadora?
Y la respuesta es sí, siempre que se trate de una hecha en tela, tela con goma, una alfombrilla de neopreno o similar.
Para obtener buenos resultados sin arriesgarse a estropearla, lo ideal es no poner detergente ni suavizante en la caja del lavarropas, y utilizar un programa corto que no dure más de media hora.
Además, no debes programar con agua caliente, sino fría, por debajo de los 30º. Al no usar detergente, la mejor opción para asegurarte de que se limpia es impregnar bien la alfombrilla del ratón con el limpiador para tapizados que te comentábamos. Pincha aquí para comprarlo.
Recuerda ponerla a secar al aire libre, si es posible, y actuar tan pronto como sea posible para evitar que el líquido derramado (si es el caso) acabe dejando olor en ella.
Mantenimiento de la alfombrilla de ratón
Está claro que el mejor mantenimiento que se le puede proporcionar a la alfombrilla del ratón es evitar la suciedad. Aunque resulta tentador tener a la mano un refresco o una bolsa de aperitivos con la que hacer más amena tu sesión, es mejor no hacerlo.
De hecho, tomarte cinco minutos para levantarte y tomar algo te ayudará a desconectar y a mantener la frescura que necesitas en tu tarea.
Por otra parte, no se trata solo de limpiar la alfombrilla del ratón, sino también aquello que está en contacto con ella: el propio ratón y tus manos. En el primer caso, basta con utilizar un trapo húmedo y un bastoncillo con alcohol para el sensor. Lavarte las manos es necesario antes y después de la sesión delante de tu ordenador.
En definitiva, limpiar la alfombrilla del ratón con cierta regularidad es una tarea básica de higiene que evita que se propaguen la suciedad y las bacterias, así como que aparezcan situaciones desagradables derivadas, por ejemplo, del mal olor.
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