Además de ser muy económicas y evitar todo tipo de reacciones alérgicas en la piel y rechazo ante nuevas perforaciones, las joyas de acero quirúrgico se han convertido en la opción favorita para lucir piezas de joyería que mantienen su aspecto por más tiempo.
Más resistente que la plata, y casi de la misma calidad que el oro pero con un precio más bajo. Si estás pensando en hacerte un nuevo pendiente, seguro que este tipo de joyas te resultarán de lo más cómodas. Eso sí, es necesario mantenerlas limpias y desinfectadas, sobre todo al estar en contacto con heridas, aumentando la vida útil de las joyas sin apenas esfuerzo.
¿Sabes cómo se limpian las joyas de acero quirúrgico como pendientes, pinchos, aros y piercings, sin que se dañe el material? Descubre qué productos usar para limpiar y mantener su brillo, además de otros trucos para cuidarlas recuperando el aspecto original si estas empiezan a ponerse un poco feas.
Te contamos cuáles son los mejores remedios caseros para lavar las joyas, y qué productos usar para eliminar manchas difíciles y sacar brillo sin esfuerzo. ¡Te sorprenderás de los resultados!
¿Qué son las joyas de acero quirúrgico?
El acero quirúrgico es un tipo de material utilizado en joyería para la fabricación de piezas que están en contacto con una herida abierta como es la colocación de un nuevo piercing. Este material se ha usado comúnmente para fabricar herramientas de cirugía, ya que la posibilidad de generar reacciones adversas al contacto con los tejidos es prácticamente nula.
A diferencia de otros materiales, el acero quirúrgico es muy fácil de esterilizar antes de su colocación. Para la desinfección se pueden usar los productos habituales empleados en medicina, sin que estos estropeen la superficie de la pieza metálica.
Al ser una aleación de cromo, molibdeno, níquel y otros metales, tiene una mayor dureza, y sin embargo es más económico que el oro y la plata. Su aspecto brillante además lo convierte en un material atractivo para la creación de joyas. ¡Todo son beneficios!
Ventajas de los piercings de acero quirúrgico
Cada vez son más las piezas de bisutería que se fabrican con acero quirúrgico, abaratando sus costes al máximo. Este material es el favorito para la colocación del primer piercing nada más hacer el agujero, y suele ser el que tienen en los estudios de piercings homologados.
Son compatibles con todo tipo de personas, incluso las que presentan sensibilidad a otros metales como el oro o la plata.
Conocido también como Acero 316L, se trata de un material muy estable y totalmente inoxidable. No pierde su color ni con el tiempo ni con el contacto con determinadas sustancias. Pero estas no son las únicas ventajas que ofrece.
El acero quirúrgico que se utiliza para la fabricación de joyas tiene estas características:
- No se ennegrece como la plata, ni se vuelve opaco.
- Si pierde su aspecto iniciar, es fácil darle brillo para recuperarlo.
- Su alta dureza impide que se deforme o se raye.
- Es totalmente hipoalergénico, no causa alergias ni irritaciones.
- Su limpieza y mantenimiento son simples.
- Es maleable y se pueden hacer diferentes piezas con él, como pendientes, pinchos, anillos, pulseras, cadenas, colgantes, para hombre y mujer.
- Incluso se puede cambiar su color superficial, de manera que imite a la plata, al oro, al cobre y otros metales lujosos.
Tanto si tienes la piel sensible como si no estás seguro de si una nueva perforación te causará una gran alergia en la piel o el rechazo del pendiente, no lo dudes y recurre a las joyas de acero quirúrgico. Evitarás complicaciones y molestias, de manera más efectiva que incluso con las joyas de oro amarillo u oro blanco.
Estas piezas además son muy fáciles de mantener, con unos tips sencillos para desinfectar y lavar las joyas desde su primera colocación sobre la herida fresca.
Cómo limpiar el acero quirúrgico
¿No sabes cómo limpiar las joyas de acero quirúrgico? Es normal, estas no suelen venir con manual de instrucciones, y al ser un material parecido a la plata, siempre nos da miedo de que se pueda oxidar u oscurecer al mínimo contacto con la humedad o determinados productos de limpieza.
Debes saber que el acero quirúrgico es mucho más resistente, y que no hay riesgo de que se oxide. De lo único que tendrás que preocuparte es de desinfectar correctamente el piercing si está recién colocado, para que al contacto con la herida no se infecte.
Es tan fácil como retirar el piercing en cuanto sea posible, para frotarlo con un paño de algodón humedecido en agua tibia con jabón neutro. Restriega delicadamente toda la superficie, eliminando los restos de suciedad al mismo tiempo que sacas brillo a la joya.
Enjuágala y sécala con una servilleta de papel de cocina dando suaves toquecitos. Vuelve a colocar la joya en el agujero, o guárdala en un lugar fresco y seco para evitar que se dañe.
Productos que no debes usar para limpiar joyas de acero quirúrgico
Debes tener en cuenta que el acero quirúrgico, por mucho que se parezca a la plata, no es el mismo material. La plata es un metal noble, mientras que el acero para joyas es una aleación de varios metales, que se daña fácilmente si utilizas determinados productos.
Para la limpieza de la plata hay algunos productos y remedios caseros habituales que consiguen arrancar la capa negra de óxido que se forma con el tiempo. No obstante, estos trucos de limpieza no son adecuados para los piercings de acero.
Entre los productos abrasivos que no se deben utilizar para limpiar joyas de acero quirúrgico destacan:
- Alcohol
- Acetona
- Pasta dental
- Vinagre
- Bicarbonato
- Limpiadores y abrillantadores de plata
No te pierdas este vídeo de Youtube con todos los detalles:
Para su mantenimiento, limítate solo a usar agua y jabón neutro, que además de ser más efectivo también asegura una buena limpieza e higienización.
¿Qué hacer si el acero quirúrgico se oxida?
Aunque no se recomienda usar ningún limpiador específico para el acero quirúrgico, cuando este presenta manchas difíciles que no se pueden quitar solo con agua y jabón hay un truco muy efectivo. El limpiador para el hogar CIF Crema es la mejor opción para abrillantar y limpiar en profundidad, sin dañar la superficie de las joyas y sin que estas pierdan en color original.
CIF es una crema que elimina la suciedad más incrustada. De uso en el hogar, resulta muy práctico para todo tipo de superficies como la loza de los sanitarios del baño, el cristal de la vitrocerámica, y para la encimera de granito natural. Es tan potente que elimina manchas de óxido, de quemaduras y manchas de cal de la grifería. También para todos los metales como la plata, el oro, y para limpiar pulsera de acero o cualquier otra pieza que tengas en casa.
Gracias a sus microcristales, pule ligeramente sin rayar. Solo tienes que aplicar una gotita de CIF Crema en un paño de algodón húmedo, y frotar sobre tus joyas de acero quirúrgico.
Al terminar, enjuaga con agua limpia, y seca con un paño seco puliendo para dar más brillo. ¡Quedarán como nuevas!
Cuidados para evitar que se oxide una pieza de acero quirúrgico
Las joyas de acero como piercings y argollas no tienen ningún riesgo de oxidarse, perder el color o mancharse si se le da un uso normal. Pero sí que pueden dañarse por el roce constante, presentando rascaduras y arañazos, algo que ocurre sobre todo al guardarlas mal.
No es común que un piercing se arañe cuando lo llevas puesto. Si lo guardas con otras joyas, en contacto con el metal sí se estropea sin que te des cuenta. En lugar de ponerlas sueltas en cualquier cajón, conserva tus joyas en un sitio fresco y seco, envueltas en un paño de algodón o en una bolsa de tela suave.
Si se trata de una cadena, enróllala correctamente para evitar que se enrede. Procura también que las joyas no entren en contacto con sustancias corrosivas al usarlas, como perfumes, cremas y cosméticos, sobre todo si el acero quirúrgico tiene una capa de otro material coloreado que se dañe fácilmente.
Las joyas de acero quirúrgico de color plateado son las más resistentes sin duda, ya que presentan el propio color del metal. Estas piezas se pueden usar sin que tengas que quitártelas para ducharte o para nadar en el mar o la piscina. El riesgo de que se estropeen es mínimo, y además son fáciles de limpiar y sacar brillo con las técnicas que hemos visto.
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